miércoles, 12 de septiembre de 2012

...Y Mr. Hide

Si no tuviera un lado oscuro no pesaría 125 kilos. Ni habría llegado a pesar 145 (ahora dudo incluso de haber pesado eso alguna vez ¿estoy seguro?). Pero he llegado aquí por muchas razones y es bueno pararme un poco a reflexionar cuáles son. Algunos gordos dicen por aquí que están gordos "de no discutir"... algo de eso creo que hay. A veces, muchas veces, me paso de tranquilo. Me "como" los problemas yo solo en vez de compartirlos, exteriorizarlos, discutirlos o enfrentarme abiertamente a ellos. Y eso engorda más que un bocadillo de chorizo. Ahora estoy bien. Estoy teniendo una actitud positiva que se me nota (yo me la noto) al escribir. Pero esa actitud positiva se debe a que estoy bajando de peso. Por otra parte tengo cierto equilibrio emocional en este momento. Equilibrio familiar, de trabajo, de rutina... eso me ayuda pero no sé si ese equilibrio lo tengo también porque estoy más contento conmigo mismo bajando de peso o es al contrario, que estoy bajando de peso precisamente por vivir un momento de equilibrio. Ahí está el quid de la cuestión. A veces tengo momentos jodidos. Y esos momentos jodidos me llevan a momentos autodestructivos infantiles. Una discusión con mi mujer, por ejemplo, puede hacer que me entre un ansia loca que me coma al demonio por los pies... y mi pensamiento en ese momento, aunque no haya nadie delante, es pensar algo así como: "¿Veis lo que me estáis haciendo hacer? ¡Ya lo estoy mandando todo al garete!" Y echo la culpa de ese daño que me estoy haciendo (porque ese atracón es todo menos agradable) a todo el mundo menos a quien la tiene en realidad, o sea yo mismo.

Yo he comido muuuuuchas porquerías...
Esto me pasa, o me puede pasar ahora, claro, pero yo no estoy gordo por esto. Yo estoy gordo porque me han gustado mucho las porquerías, y me comía un paquete de ganchitos haciendo la comida más feliz que ojú. Y porque cuando salía disfrutaba comiendo cosas cañeras, fritas, rebozadas y con patatas fritas. Y porque me han gustado siempre los helados y las chucherías... Pero ya tengo treinta y seis años y me doy cuenta de que hay que cambiar un poco la forma de afrontar la comida porque quiero ir a despedir a mis hijas al aeropuerto cuando se vayan a Alemania a buscar trabajo. Eso, con todo el buen rollo que tengo ahora conmigo mismo, no impide que cuando me miro al espejo con el chándal puesto para ir al gimnasio no me diga: "¿Pero dónde vas tú, payaso?" Porque no me reconozco ni como persona que vaya a ser delgada, ni como persona que le guste hacer deporte. Y ahí tengo que luchar contra ese yo aguafiestas que preferiría irse a leer o ver una película con un paquete de patatas, que es el yo que he sido treinta y yo qué sé años. Un yo que se ríe un poco de mí, porque en el fondo siempre ha compadecido a los gorditos que ha visto resollando en el parque corriendo o en una bici. Y entonces saco mentalmente la lista esta de aquí al lado. La que pone que hace un mes pesaba casi 130 kilos, y demuestro a Mr Hide que yo estoy consiguiendo algo poco a poco y que me siento orgulloso, y que no soy otra persona. Soy el mismo con un poco más de ilusión por las cosas.

4 comentarios:

  1. Tremendamente desligarnos de los atracones emocionales cuando hemos hecho esto toda la vida, pero darse cuenta ya es el primer paso. ¿Y si es antes el huevo o la gallina? qué importa! Lo importante es que ahora te sientes bien.
    Respecto al deporte a mí me pasa algo parecido: excepto caminar no hay ningún deporte que me guste y desde luego prefiero escribir o leer o ver una peli o sentarme con amigos (incluso creo que el pasear sólo me gusta porque puedo fotografiar) :) pero no hay que negar ese bienestar que produce el ejercicio. Precisamente ahora miraba horarios para apuntarme también...a ver si lo conseguimos ambos plenamente...

    ResponderEliminar
  2. tremendamente dificil quería decir...:)

    ResponderEliminar
  3. Joer chaval, me has emocionado con esta entrada tío. La verdad es que te entiendo perfectamente y en alguno de tus comentarios me veo a mi mismo...y lo de ir a despedir a tus hijas no tiene precio XDD.

    Fuerte abrazo y aprovecha el momento para darle duro a tope

    ResponderEliminar
  4. Hola guapo!!! Cuantos de los que leemos tus entradas nos sentimos identificados contigo....realmente es asi cmo nos sentimos, o al menos yo. Como dices, una especie de vocecita me controla y dice...pero porque te estas esforzando?? Si no lo vas a conseguir...con esa sonrisa malevola que me pone incluso nerviosa si la imagino.

    Esto es duro y ya lo sabemos y hay veces en que la vocecita es muy debil y somos capaces de sobreponernos a ella, pero otras veces nos invade y nos posee y no somos capaces de ver con claridad. Por eso te digo que animo, que ahora es el momento, que veras a tus hijas irse en el avion echo un figurin, "to wenorro" como dice mi novio...jajajajaja y maravillosamente de salud porque te esforzaste y te resististes a la voz que nos esta "matando".

    Un besazo y muchisima suerte en el dia de hoy

    ResponderEliminar