Después de hablar de las cenas y de defender mi teoría de que cenar solo fruta no puede ser tan malo, vengo con otro reto a la paz nutricional. Las meriendas. Mis meriendas, en este caso.
Como ya dije mi vida ha cambiado bastante con mi nuevo horario pero sigo estando convencido de que es bueno hacer las cinco comidas diarias. Hace una semana mi merienda más habitual era un yogurt desnatado Vitalínea o un poco de fruta. Me dejaba bastante saciado hasta la cena y me permitía no llegar muerto de hambre ni hecho polvo a la noche. Las circunstancias y tener que comer a la una del medio día me ha hecho traerme unas galletas de esas sin azúcar que tienen menos calorías (aunque tienen, claro) y que resucitan a un muerto. Son estas.
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Qué monas ellas... |
Las galletas en cuestión tienen cada una unas 44 cal. Como me como tres se trata de unas 146 que viendo cómo estoy estos días de aplicado tampoco creo que sea una cosa de morirse... lo que me inquieta es que al merendar esto estoy contriviniendo una de esas normas archiconocidas, la de tratar de no comer hidratos de carbono desde por la tarde hasta el día siguiente. Por lo que he podido leer, mucha gente mete este tipo de galletas en su dieta pero siempre por la mañana. Yo no es que necesite el chocolate en mi día a día. Incluso creo que puedo pasar comiéndolas dos o tres veces a la semana, pero en ese caso necesito un sustituto/a y en el trabajo no es fácil. No es fácil comerme un yogur, ni fruta, y no me "llena" tomarme una infusión.
Volviendo a la cena como llego tan tarde a casa las estoy haciendo ligerísimas. Un poco de queso fresco, pavo y a lo mejor una ensalada con un poco de fruta y a dormir, eso sí, sin tiempo para digerir porque ya digo que llego muy tarde. La cosa se complica por momentos... ya veremos el viernes.
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