lunes, 24 de junio de 2013

Remontando

Vaya alegría me llevé el viernes pasado. Un kilo mondo y lirondo en una semana. Eso no pasaba desde... bueno, no sé desde cuándo. El mismo viernes fue el cumpleaños de mi hija pequeña a sí que me desquité bien. El sábado fuimos a celebrarlo comiendo fuera y me pasé. El domingo fuimos a la piscina de casa de mis padres y me súper pasé (almuerzo y cena). Hoy pesaba 119,0. O lo que es lo mismo, que ha sido un desfase de fin de semana.
Ya hoy me lo estoy tomando con bastante calma. He almorzado ensalada y filetitos de pollo. Ahora a media tarde me he tomado un yogurt helado con fruta porque hace un calor aquí como para freir huevos en el asfalto (¿alguien sabe cuánto engorda un yogurt helado?), y esta noche cenaré sandiíta cuando llegue a casa.
Bueno. Solo espero poder seguir corriendo aunque ahora la niña mayor ya está de vacaciones así que lo tengo crudo como no sea que me levante muuuuuy temprano para correr.
Paro. Esto escribiendo sin ton ni son. Esto parece el Diario de Bridget Jones así que consigno todo esto y ya escribiré más y mejor cuando tenga un rato.
Aaaaaadios.


martes, 18 de junio de 2013

Corriendo...

No puedo ser muy sistemático en esto de correr, y eso me jode. Pero el trabajo es el trabajo y el mío me ocupa mucho tiempo. Ahora estoy tratado de salir lunes, miércoles y viernes; pero, como mañana va a ser imposible porque trabajo todo el día, voy a tratar de salir esta noche un rato.

La imagen está muy trillada pero no he podido reprimirme...
Empecé con una rutina que me pareció bastante asequible para empezar. Se trataba de andar ocho minutos y correr dos, tres veces. Total una media hora. A la semana siguiente siete andando y tres corriendo y así se iba reduciendo andar y se iba aumentando el trote. Pero ahí me quedé. Me encontraba bastante bien y dentro de lo que cabe las series corriendo no me fatigaban demasiado. Pero a través de un amigo contacté con un entrenador que en una conversación telefónica y tras hacerme algunas preguntas (bastantes) me recomendó lo siguiente:
Cambiar la rutina a cuatro minutos andando y uno corriendo. Y hacerlo durante más de media hora. Ahora lo estoy haciendo cuarenta minutos, es decir, ocho veces. Por lo visto sirve mejor para adelgazar y para ir acostumbrando mi cuerpo a correr. ¿Sensaciones? Bueno, me cuesta horrores salir a correr. Para empezar el lunes me fue imposible hacerlo en ayunas (no podía literalmente tirar de mi cuerpo sin nada en el estómago). Al final salí a las 11,30, una hora imposible si no fuera porque el tiempo está un poco "saborío" por aquí ahora. Cuando me sienta cómodo en esa rutina voy a ir subiendo los segundos y reduciendo muy poco a poco el caminar. Más o menos de quince en quince segundos, hasta que corra más que ande. Eso va a servir para ir alargando paulatinamente mi carrera a la vez que me va a servir para perder peso. Creo que es cuestión de paciencia. Mucha paciencia. Pero de eso me sobra.

viernes, 14 de junio de 2013

Resumen de la semana en la que he bajado de 120

No tengo mucho que añadir a lo de ayer. Estoy contento por eso. Me gustaría tener tiempo para hacer ejercicio (quién me iba a decir que acabaría escribiendo esto alguna vez en mi vida). El trabajo me come. En realidad me gustaría tener tiempo para hacer casi cualquier cosa. Pero no puedo. No puedo porque me estoy rindiendo ante la rutina. Es una batalla que creí que podría ganar fácilmente pero me tiene bastante atado. Por otra parte desde que hago cuentas soy plenamente consciente de que no tengo ni un pavo. Si yo fuese al médico y le dijera cómo me siento (y el médico fuese un poco suspicaz) me diría que lo que necesito son unas vacaciones.
Y para hablar algo de dietas os diré que hoy voy a pasar mucho tiempo fuera pero que tengo muy claro lo que voy a comer:
Desayuno. Ya lo he hecho. Una pieza entera de pan con aceite y fiambre de pavo más un yogurt desnatado.
Media mañana (Me temo que nada... mal!)
Almuerzo: Dos tapas. Una de salmorejo, seguro.
Merienda: He descubierto una tienda de zumos buenísima. Va a caer uno esta tarde de naranja, kiwi y piña...
Cena: Sandía.
Y ya está. Seguimos.

jueves, 13 de junio de 2013

Esto va a costar

Nadie dijo que fuera a ser fácil realmente. Yo ya lo sabía. El caso es que ahora voy bajando muy poco a poco. El viernes pasado no tuve mucho pellejo para hacer resumen semanal así que os lo comento ahora, de cara al de mañana que no sé cómo estará( bueno, más bien sí lo sé pero creamos la expectación). Creo que estoy cerca otra vez de bajar de 120. Ojalá sea mañana. Recuerdo que cuando los bajé el año pasado me propuse no volver a sobrepasar la cifra de los ciento veinte. Eso es muy fácil decirlo y muy difícil mantenerlo. Puede ser (puede) que mañana esté por debajo de nuevo. y puede ser que sea muy poco por debajo. que haya perdido en esta semana solo trescientos y cuatrocientos gramos. Hoy me tocaba correr pero el calor está siendo tan sofocante que me da miedo poner un pie en la calle a las diez de la mañana. Menos ejercicio.
El caso es que da la maldita casualidad que me sentía más delgado, mejor conmigo mismo, hace cuatro semanas, cuando quizás pesaba tres o cuatro kilos más, que hoy mismo, cuando a lo mejor estoy por debajo de una cifra psicológicamente decisiva. Y eso es porque me pesa la cabeza. Me pesan los problemas, alguna preocupación y un poco de tristeza.


Hoy hace 125 años que nació Fernando Pessoa. Este poeta ha sido muy importante en mi vida. Estos días me estoy dando cuenta de lo importantísimo que ha sido. Sobre todo una obra suya. El libro del desasosiego. La poesía es impresionante. Toda. Os lo recomiendo.

jueves, 6 de junio de 2013

Gordos anónimos

Hoy he ido a a reunión esa a la que me recomendó asistir el médico el otro día. Yo pensaba que la cosa iba más estilo terapia de grupo con un nutricionista pero no, soy un cándido además de un novelero.
Lo primero: todos eran mujeres. Eso ya lo tengo asumido. Ya me siento aquí también en franca minoría y eso no me hace sentir mal. Tampoco he estado incómodo por ser el único hombre. Un poco más por ser el más joven. Todas eran mujeres de entre cincuenta y muchos más años. Vamos, que podían ser mi madre y algunas mi abuela.
A mí me mosqueó que nos hubieran citado en la biblioteca del centro de salud. No es que sea un asiduo pero una biblioteca se ve... el caso es que cuando me indican hay que ir como a los sótanos, una especie de búnker sin ventilación con una pinta rarísima. Entramos todos (más bien todas) y nos ponemos alrededor de una mesa. Es sentarnos y empezar a sudar y a sudar del calor que hacía allí abajo. "Tate -me digo-, que estos los que quieren es aniquilarnos aquí abajo. Doce personas gordas con sus posibles futuras enfermedades que se quita de enmedio el Servicio Andaluz de Salud". Así que me pongo cerca de la puerta por si hay que salir corriendo. Pero no. La cosa es mucho más aburrida que eso. Viene un tipo que ni se presenta, ni dice quién es, ni a qué se dedica (si es médico, ats, o el de mantenimiento) y nos pone un power point con la pirámide nutricional, más o menos lo mismo de siempre. Para que os hagáis una idea mis compañeras han intentado salirse por la tangente de la mortal chapa que nos estaba dando con un interesante debate de si el danone (léase yogurt) natural engorda menos que el de fresa. Y de ahí hemos pasado a que los huevos marrones saben un poco peor que los blancos... yo, por supuesto, más callado que ojú aunque ahora que lo dicen es cierto que los huevos blancos siempre me han dado más buen rollo.
Es la primera reunión, y la última para mí, puede que la cosa remonte muchísimo la semana que viene. Pero me parece a mí que no terminan de enfocar bien la cosa. Cuando han podido hablar estas mujeres (casi todas ellas) han dicho que andan bastante, muchas una hora u hora y media diaria, y hacen la comida como la han hecho siempre. Cuando hablaban de lo que comían tampoco es que se den grandes atracones. Creo que se merecían poder contar más o menos cómo hacen la comida, cómo se organizan el día, para poder indicarles qué están haciendo bien y qué mal. Lo mismo yo. Creo que la cosa iba más por ahí. No tenemos ganas, ni tiempo, de que nos den una clase de nutrición de primero de la eso.
Por último una cosa que me dejó un poco triste. A mi lado había una señora bastante mayor que no sabía leer ni escribir. La ayudé a poner su nombre en un papel pero ella no sabía ni cuánto pesaba ni lo que medía. Entonces me dijo que era repetidora del curso, que lo había hecho antes el mes pasado: "Yo aquí la verdad es que no me entero de nada pero por lo menos descanso un par de horitas del trajín de mi casa"... Vaya tela.

lunes, 3 de junio de 2013

Estancado pero corriendo (Resumen atrasado de la semana x)

Lo malo es que me he quedado un poco parado. El jueves era fiesta en Sevilla y nos cogimos el puente para ir a la playa. Como no me iba a pesar el viernes me pesé el jueves por la mañana para ver que, en efecto, estaba quedándome estancado. Solo cien gramos perdidos sin tener conciencia de haberlo hecho excesivamente mal. Luego el puente me he abandonado un poco. He comido fuera mucho, he comido alguna comida basurilla que otra. En fin, han sido unas vacaciones en toda regla. La verdad es que no me hubiera costado mucho pasar. De hecho por la noche me he mantenido casi siempre a raya y he comido ensalada o fruta. pero mientras preparaba un sandwich a la niña no he podido evitar la tentación de darle un tiento al salami o meter una rodajita de pavo en una rebanada de pan de molde. Eso y los helados, claro, que han caído dos, o puede que tres...
En fin, borrón y cuenta nueva porque hay algo bueno. Y lo bueno es que sigo corriendo. La semana pasada corrí martes, jueves y sábado. La cosa, como os dije, iba de andar ocho minutos y correr dos en tres series. Una media hora más lo que luego tardo en volver a casa. Esta semana quiero correr lunes, miércoles, viernes y domingo. Por ahora hoy ya he subido un minuto corriendo. Ando siete y corro tres por tres veces. No tengo tanta sensación de que voy a morirme. No tengo dolores raros en los tobillos ni las rodillas. Si me molesta, y es raro, el hombro derecho mientras corro. Pero se pasa enseguida. Desde luego, aunque estancado, siento que estoy muy activo. Siento que voy a conseguirlo. Estoy optimista (y eso que es lunes).
P.S. Cuando voy a por el tercer minuto de carrera pienso que nunca, pero nunca nunca, podré correr durante media hora seguida. Correr cansa de verdad.