martes, 11 de septiembre de 2012

¿Qué quiero hacer?

Soy un optimista incorregible. El otro día en la película Carmina o revienta de Paco León, la protagonista explicaba muy bien lo que me pasa a mí algunas veces... decía algo así como: "Yo no me veo gorda, me veo bien. Cuando voy a una tienda siempre cojo tallas que son más pequeñas pensando en que me van a quedar bien. Me miro al espejo y no me veo tan mal. ¿Será que tengo lo contrario de la anorexia? Pero cuando me veo al espejo que ponen por atrás ya digo huy, huy qué barbaridad, qué gorda..." Lo cito de memoria pero cuando lo veía me veía reflejado un poco en esa forma de pensar tan bestiaja. En cuanto pierdo unos kilitos ya me veo estupendo en los escaparates. Y no. Peso 125 kilos (en el mejor de los casos que el lunes pesaba 126), y eso es un barbaridad me ponga yo como me ponga.
Según el IMC y el cálculo que hace la aplicación para el iphone que ya comenté otro día estoy en el estado horrible de obesidad severa. Eso es rojo carmesí. Me falta perder cinco kilos para llegar a obesidad a secas que es un rojo más clarito. Pues bien, por la meta que me he puesto a mí mismo de 110 kilos ni siquiera dejo de estar obeso. Para tener sobrepeso me faltaría perder 22 kilazos y para estar en mi normopeso cuarenta kilos o más. Eso ahora mismo es inconcebible para mí. Quiero adelgazar sobre todo por una cuestión de salud, después por calidad de vida y más tarde, claro, por estética.  Quiero encontrarme bien, quiero andar mucho sin que me duelan las rodillas, quiero llevar a mi hija en la silla supletoria de mi bici sin cargármela (la bici, no a la niña). Y sobre todo me apetece mucho, pero mucho mucho, correr. Hoy me he ido a la fnac y me he comprado estos dos libros.

Ahora mismo, para mí, literatura de ficción...
Los voy a leer en dos sentadas. Cuando me pongo me pongo. Y sé que aun tendré más ganas de correr. El libro de Martín Giacchetta, Correr, lo vi recomendado en el blog del Gordo Cabrón. Claro, él ya no es gordo ni cabrón ni nada... pero yo sé que con mi sobrepeso no debo ponerme a correr. El caso es que después he visto que hay gente que lo hace y que no le va nada mal ni tienen tantas lesiones. Pienso: "vamos a ver... una cosa sería correr con mis 135 kilos de hace seis meses y otra será correr con 125"... y aunque sé que no debo hacerlo me apetece un montón salir un rato al parque a trotar, a probarme.
En octubre empiezo en la piscina, y cuando se acabe el periodo de adaptación en el cole podré ir al gimnasio. Por ahora como dije el otro día, lo que puedo hacer y hago, es andar. Voy a ponerme la meta de bajar de los ciento veinte kilos y entonces probaré a correr un poco siguiendo los consejos del libro que he comprado. Eso es una meta dentro de una meta. Eso es seguir ilusionado con cosas, pensar que puedo cambiar de hábitos y que puedo sentirme bien con cosas que antes me parecían totalmente ajenas a mi universo.

Confesión: no soy XXL sino XXXL!!!
P.D. Tal vez cuando empiece a hacer ejercicio me esté bien la camiseta que me he comprado este verano. La compré sin probármela en un arrebato de estos que contaba de verme genial ya. Cuando me la probé en casa vi que parecía una morcilla de burgos blanca con la camiseta de The Muppets Show (es molona ¿eh?). Pero no la he cambiado. Es una meta, dentro de una meta que contiene otra meta. Está ahí, con su etiqueta, esperando a que llegue a los ciento diez kilos.

7 comentarios:

  1. Ya veras como lo consigues, da gusto leerte!!

    Tu sigue mentalizado y ya veras como corres, te pones la camiseta( que por cierto es chulisima) y todo lo que te propongas...ejemplo deberia yo tomar de ese animo!

    Un abrazo!!!

    ResponderEliminar
  2. Yo cuando pesaba 82 (y cuando pesaba 96 ni te cuento) no corría. Empecé al gimnasio y poco a poco me atrevi a correr en la cinta y a aumentar los minutos y hoy en día puedo decir que me encanta correr siempre que sea con música. Claro que llevo más de 2 semanas sin mover el culo y con atracones de comida.

    ResponderEliminar
  3. Ahí estás, pero tranqui con lo de correr o acabarás con los meniscos fastidiados, espera un poco para eso, a los 110 o así yo empezaría a trotar. Yo estoy ahora en esa cifra y no creas que no se resienten las rodillas, aun con un trote perrero. Prefiero bici, pero en la calle, no estática.
    Lo de las camisetas, pues tengo yo una colección completa esperando en el armario, a ver si le saco una foto a una muy chula de Led Zeppelin que me va un tanto "reventona"

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  4. Me encanta tu optimismo. A mi también me pasa eso de la "contra-anorexia", que no me voe tan mal a pesar de que me sobran 20 quilos.
    Y también tengo una camiseta pequeña, que me ha regalado una amiga con la intención de motivarme. La mía es de Star Trek. A ver cuanto tardo en conseguir que me quepa...

    ResponderEliminar
  5. Tu primera frase: "soy un optimista incorregible". ¿Y por qué tendrías que corregirte? está de perlas ser optimista. Los optimistas son los que siguen adelante a pesar de las adversidades, convencidos de que lo conseguirán, y en eso estamos, ¿no?
    No dejes de ser optimista.

    El gordo cabrón ni es gordo ni es cabrón. Tú pones en la cabecera que eres un gordito encantador y que quieres dejar de serlo. Cuando dejes de ser gordito... la pregunta es obvia, ja ja ja.

    Yo también creo que tengo algo contrario a la anorexia, a veces me veo mejor de lo que estoy en realidad, ni siquiera los espejos me desengañan. En mi caso la hostia me la llevo con las fotos, cuando ya me he dejado retratar y queda para la posteridad, ainsss.

    Suerte con la camiseta, suerte con el tema de correr (empieza andando, que los tobillos no tienen por qué resentirse), y suerte con la lectura. El de Murakami me llama mucho, me gusta ese hombre.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  6. Bueno, me habéis convencido. Me lo voy a tomar con un poco más de calma. HAré caso a Javi y esperaré a los 110 para correr.De todas formas soy optimista pero no tanto para no tener un lado oscuro... de eso me apetece escribir hoy...

    ResponderEliminar
  7. el anónimo de la báscula12 de septiembre de 2012, 18:41

    Calma por dios. Te vas a reventar las bisagras y vas a acabar con una tendinitis tremens, o algo peor.

    Coincido con Javi, en mi opinión es mejor esperar a no estar gordo (o tan gordo) para darle caña a la zapatilla.

    Vengo de los 105 Kg (ahora 94Kg) y hasta ahora lo único que no me ha castigado las rodillas ha sido la bicicleta estática, la máquina de remo y andar (en cinta o en la calle).

    Poco a poco, progresión... que las prisas no suelen llevar a nada bueno... siacaso a unas tendinitas horrorosas de 6 meses.

    No se en cuanto estará el tonelaje recomendado para empezar a correr a más de 7 Km/h sin peligro. En mi experiencia, con 94 Kg, creo que lo tendré que buscar más abajo.

    ResponderEliminar