martes, 2 de octubre de 2012

Arguiñano rules

A pesar del día de ayer y del fin de semana no estoy mal. Me encuentro bien. Me parece que estas salidas de tono, o salidas de todo; son normales, la excepción que confirma la dieta. Al fin y al cabo solo comí dos rodajas de morcilla cruda metidas en pan y luego lo que viene siendo la pringá de las lentejas: un poco de chorizo y morcilla muy picadito también acompañado de pan pan. Algo así sirve para recordarte que estás vivo. Es un homenaje a la cocina tradicional. Un recuerdo a mis antepasados que todavía hacían matanza y vieron crecer a sus hijos rodeando una olla de lentejas.

Cómo cambian los gustos...
Mañana vuelvo a las clases de pádel. Me hace ilusión pero también voy con cierta precaución. Ya se lo he dicho al monitor, me preocupa joderme rodillas y tobillos (me he tomado en serio tu consejo, Javi), pero no me han hecho mucho caso que digamos. Me he respondido que he adelgazado mucho y que me ve en mejor forma... bueno, yo me veo en mejor forma, claro, pero también me veo lento de reflejos y el tute que le doy a las bisagras en lo que se refiere a movimientos bruscos sigue mosqueándome. Tengo treinta y seis tacos. No creo que a estas altura me vaya a convertir en un deportista, pero lo poco o mucho de deporte que haga me gustaría hacerlo sin el peligro de una lesión grave. La verdad es que las clases por ahora no son muy exigentes. Básicamente me conformo con pasar las bolas por encima de la red. Piano, piano...
Por último un tema escatológico. Esto del anonimato y de no conoceros personalmente hace que pueda hablar casi de cualquier cosa. Hasta hace pocos días yo exorcizaba a mis demonios interiores religiosamente a primera hora de la mañana. Mi mujer ha envidiado siempre esta capacidad depurativa mía tan saludable. Desde hace un tiempo el exorcismo he de hacerlo a media mañana. Eso también me está influyendo en el peso y en todo. Lo noto.
Os mando energía positiva a todos. Hay que seguir. Hoy el Arguiñano ha hecho un panegírico de la dieta mediterránea que por poco no se me saltan las lágrimas. Será que estoy sensible. Ha hablado de lentejas y todo... Si al final todo está más que inventado. Comida sana, ejercicio, y equilibrio personal (sin paranoias).

3 comentarios:

  1. Está claro, está todo inventado, aunque siempre hay quien riza el rizo y trinca la pastizara. Arguiñano es un crack, aunque sus chistes son "pa matarlo" ; )

    Con el padel ándate con cuidado por si acaso, no es obligatorio llegar a todas las bolas, si te ves apurado déjala y te ahorrarás algún posible disgusto...y calienta siempre muy bien antes de jugar.

    Yo también soy de exorcismos mañaneros jajaja

    Fuerte abrazo

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  2. Yo, con mis 38 años, pienso lo mismo que tú: si no hemos sido antes deportistas, ¿lo vamos a ser ahora? vamos...bueno, no digo que nadie pueda, de hecho pienso que casi todo si se quiere se puede conseguir, pero hay que hacer un ejercicio de profunda reflexión y no sobrepasar expectativas.
    Respecto lo de las morcillas y esas cosas...buf, yo hace décadas que a penas como nada de eso, te lo juro y de hecho, si algún día lo como me sienta fatal al estómago. Ese deseo también se puede educar, te lo aseguro.
    Bueno, suerte con el padel!

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  3. Pues yo pienso (que no significa que tenga razón) que siempre se puede ser deportista, aunque no tenga uno veinte años. Lo que dice Javi es importante: calentar muuucho antes de empezar a hacer nada, y las brusquedades en los giros dejarlas para cuando te sientas más ágil, que será de aquí a poco (es lo que tiene el deporte, que el cuerpo se acostumbra rápido aunque parezca mentira).

    Yo tengo 46 y cuando tenga 92 tengo previsto competir en natación (esto es una broma que hago con mis hijas, pero que yo me tomo en serio, ja ja ja). Un día lo contaré en el blog.

    Sobre lo escatológico... bueno, forma parte del adelgace, porque todo lo que entra ha de salir, y no siempre es en forma de "energía deportista", claro.

    Un abrazo.

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