miércoles, 21 de noviembre de 2012

El mantenimiento no existe

Eso es algo que estoy interiorizando estos días. Es posible, porque los conozco, que haya gente que siempre están igual. Delgados que siempre están delgados, y gorditos que se mantienen en una gordura cómoda, saludable, lo que podemos llamar un moderado sobrepeso. No sé si es el metabolismo, o es algo que los dioses han puesto adrede para fomentar la envidia cochina entre los seres humanos. Pero es así. No hay que darle más vueltas. O estás en un grupo o estás en el otro. Yo estoy en el otro.
Yo estoy en el grupo de los que engordan o adelgazan todo el tiempo. Mi cuerpo no puede estarse quieto. He tenido épocas de cierta estabilidad de peso. Son épocas en las que por una cosa o por otra no me he cuidado y el aumento ha sido progresivo, quizá más lento. Otras veces, ya lo he contado en otra ocasión, he adelgazado también poco a poco por cosas de la vida: por mayor actividad, por parar menos en casa, por amor... ahora también estoy adelgazando, con todo mi esfuerzo, con mi cabeza puesta en ese objetivo cada vez que voy a pasarme y cada vez, claro, que me paso. Quiero pensar en esto porque quiero pensar que alguna vez perderé los siete kilos que me he propuesto (por supuesto que lo haré). Y no quiero que me de el yuyu de creerme que ya lo tengo todo hecho. Ahí tendré que seguir mentalizado. Quizás perder algo más. Plantearme que lo que he elegido hacer por mi salud exige que mi cabeza no se vaya a la parra de nuevo y enfrentarme a que cuando llegue a 110 kilos los cheetos, los magnum y las pizzas seguirán existiendo en este mundo cruel.
Esto también me preocupa. Dos diarias es mucho ¿verdad?
Como estoy hasta arriba de trabajo tengo bastante abandonado el gimnasio. Mantengo las clases de pádel porque las pagué por adelantado y ahora mismo es lo único que hago. La bicicleta está colgada en el lavadero hasta que pueda dedicarle un poco de tiempo el fin de semana, y tengo un bono de la piscina cubierta del que todavía no he disfrutado ni un solo baño. O sea, que tengo que ponerme las pilas. Será después de este fin de semana en el que también trabajo. Hasta el viernes.

5 comentarios:

  1. Oh cuánto te comprendo!!
    Yo le estoy ganando la batalla a la cocacola. Empecé por tomar solo una a la semana (para mi eso era NADA)y ahora estoy tomando una cada dos semanas ¡¡todo un éxito!! La cuestión es cambiar de mentalidad y no pensar en todo lo que nos estamos privando sino en todo lo bueno que sí tomamos. Y cogerle el gusto a la comida sana.
    Ya sé, es más fácil decirlo que hacerlo pero por algo se empieza ¿no?

    Ánimo!!

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  2. Pues sí, estamos en ese grupo, en el de que vamos subiendo paulatinamente si no nos cuidamos, hay que joderse! pero es así. Yo a los 25 pesaba 56 kgr., ya ves, me mantuve cerca de 4 años en ese peso sin demasiado esfuerzo y después poco a poco fui aumentando otra vez. Yo creo que se puede vivir sin cheetos :), también sin coca-cola. La pizza...bueno, de vez en cuando, y siempre se puede hacer casera y con mucha verdura para compensar el queso. Pero los Magnum, amigo mío, ay, qué razón tienes...:)
    Me ha gustado algo que has dicho: que alguna vez adelgazaste o te mantuviste más delgado por amor. Pues eso, eso debemos hacer, hacerlo por amor principalmente a nosotros mismos. Sigue...Un abrazo!

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  3. En un documental explicaron el otro día que el cerebro acepta el peso que se mantiene cierto tiempo como peso correcto, de manera que si siempre estás gordo, cuando adelgazas se recupera, pero si consigues mantenerte delgado durante un tiempo (no sé si eran un par de meses), el cerebro mantiene ese peso como bueno y te cuesta más engordar.

    No puedo entrar en detalles científicos porque no tengo ni pajolera idea, pero el concepto es el concepto.

    Cuando hayas entrado en "modo flaco", de vez en cuando podrás disfrutar de un Magnum portugués (de vez en cuando no es tres veces por semana, eh...)

    Un abrazo.

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  4. Estoy contigo "el mantenimiento no existe", yo también soy como un ascensor con esto del peso, pero más bien subo que bajo... Las temporadas que he conseguido mantener un peso sano y saludable han sido largas, incluso de años, pero poco a poco voy dejando hábitos saludables adquiridos y los cambio por mis viejos hábitos facilones y glotones.
    Por eso esta vez no quiero pensar en estar a dieta, sino en modificar mis hábitos alimenticios, ¿así no hay que hacer mantenimiento verdad?
    Mucho ánimo...:D

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  5. Somos como alcohólicos tío, tenemos que estar alerta toda la puta vida...¡¡uy, he dicho puta?!! perdón...pues eso, ¡¡toda la puta vida, hay que joderse!!

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